
A falta de viajes, cuidado del cuerpo
Cuidar nuestro cuerpo, piel o cabello es algo que hoy en día tenemos presentes para sentirnos bien con nosotros mismos. Los meses en cuarentena nos hicieron ver que cuidarnos era más que necesario, ya que no podíamos salir a la calle a pasear, hacer deporte o ir a nuestros salones de belleza. Las restricciones poscuarentena no hicieron más que aumentar, y en varios momentos no podíamos incluso salir de nuestros municipios, por lo que hemos tenido que adaptarnos a lo que teníamos al lado de casa e, incluso, a renunciar a esos viajes que tanto soñamos encerrados en casa.
Las operaciones, retoques y tratamientos estéticos cada vez están más integrados en nuestra vida. Como afirma la doctora Cristina Arruabarrena, de Arruabarrena Clínica, «las generaciones de hoy en día están haciendo desaparecer ese estigma que tiene la sociedad sobre los retoques estéticos». Es cierto que la manera de pensar varía en el tiempo y estos métodos se ven cada vez más integrados en nuestra sociedad.
Pero aún hoy en día existen tabúes referentes al género. Es una realidad que son las mujeres las que más tratamientos estéticos se realizan. Los expertos están de acuerdo en que la balanza de géneros sitúa a la mujer en un 90% de la clientela y al hombre en el 10% restantes. Arruabarrena observa que son más los hombres que «se animan a cuidarse» tras la cuarentena del pasado año. Sin embargo, uno de los centros más populares en Donostia, como es La Perla, aprecia una proporción significativamente distinta entre sus usuarios, con un 40% de hombres y un 60% de mujeres, aunque convienen en el incremento masculino y afirman que con los pasos de los años «la demanda de tratamientos estéticos en el hombre en los últimos años, ha subido mucho».
Entre las afecciones de la pandemia se incluyen los estragos generados en nuestra piel. El uso diario y constante de la mascarilla produce enrojecimientos, granos en las zonas de los labios y pómulos. Así ha surgido, por ejemplo, el ‘maskné’, un acné oclusivo como consecuencia del uso continuado de la mascarilla, explican desde el centro de talasoterapia La Perla, donde han experimentado un aumento de clientela en cuanto a tratamiento faciales.
Lo que la mascarilla no cubre
El pasado mes de diciembre, en Errenteria abrió las puertas un nuevo centro de belleza, Define tu mirada. Durante sus primeros meses de andadura, María Prieto, gerente del centro, señala que la piel no es el único objeto del cuidado, y ha cobrado auge el popular y tan de moda «lifting de pestañas», una de las partes del rostro que no ocultan los tapabocas. Principalmente, este tratamiento aumenta la largura y volumen de las solapas oculares, con el fin de que «te veas con un efecto de ojo con máscara de pestañas, mucho más despierto». Asegura que esto se debe al uso de la mascarilla, «buscan verse bien solo con la mirada, ya que llevamos todo el tiempo la mitad del rostro tapado» con la mascarilla, aclara María Prieto. Por su parte, la doctora Arruabarrena coincide en que es la zona de los ojos donde los clientes más hacen hincapié en «arreglarse».
Pero no es solo el rostro es lo más demandado. Los tratamiento de reductores corporales han sido los más solicitados en La Perla. «Tras meses en casa sin moverse, y comiendo no adecuadamente, muchos clientes habían cogido peso y volumen. Y combinados con una dieta y deporte, los tratamientos corporales eran muy demandados», aclara Ana Oliva, directora de salud y belleza del centro donostiarra.
No es de extrañar que los retoques estéticos estén más integrados en nuestra sociedad. La incidencia del Covid-19 ha hecho que nuestra libertad de movimiento se haya reducido, y una buena parte de la población ha apostado más por cuidarse, por invertir en verse mejor, aunque tenga que ser a detrás de una mascarilla. Pero no olvidemos que el resto de nuestro cuerpo y piel se sigue viendo, y es aquí donde el refrán «los ojos son el espejo del alma» toma más sentido que nunca en esta situación pandémica que estamos viviendo.
Fuente: Diario Vasco
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